¿Que es la enfermedad de Parkinson?
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno degenerativo crónico localizado en una región del cerebro llamada mesencéfalo y es causada por la pérdida de una sustancia denominada DOPAMINA en esta región, lo que altera de forma progresiva el control de los movimientos.
A medida que la enfermedad avanza, se producirá con el tiempo una incapacidad progresiva para realizar movimientos, se presentará temblor de las extremidades y se asociará a varios síntomas que se describirán a continuación.
Esta enfermedad afecta aproximadamente al 1 % de la población mayor de 65 años y al 0,4 % de la población mayor de 40 años.
Representa el segundo trastorno neurodegenerativo por su frecuencia, después de la enfermedad de Alzheimer.
¿Cómo se manifiesta la enfermedad de Parkinson?
Esta enfermedad afecta de forma diferente a cada persona. Si bien en algunos pacientes la evolución es muy lenta y con excelente respuesta a los medicamentos, en otros pacientes puede evolucionar de forma rápida e incapacitar tempranamente a quien la padece.
La enfermedad tiene unos síntomas que llamamos motores y síntomas asociados que llamamos no motores:
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Síntomas motores:
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Temblor: generalmente se presenta primero en una extremidad, predominantemente en reposo. Es decir, cuando la persona no está realizando movimiento alguno. Suele disminuir cuando se realiza algún movimiento voluntario y empeora cuando la persona se encuentra ansiosa, nerviosa o agudamente enferma (gripe, diarrea, etc)
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Rigidez muscular: el paciente suele quejarse de dificultad para realizar movimientos que antes podía hacer, torpeza o incoordinación.
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Bradicinesia: aunque muchas veces no se manifiesta o el paciente no lo identifica tempranamente, se caracteriza por lentitud en los movimientos voluntarios e involuntarios y/o dificultad para manejar con destreza algunos objetos.
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Alteraciones del equilibrio y la marcha: caídas frecuentes, sensación de desequilibrio al caminar, perdida de reflejos de defensa, marcha a pasos cortos y arrastrando los pies.
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Síntomas no motores:
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Trastornos del estado de animo
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Trastornos del sueño: insomnio, sueños vívidos, pesadillas, inquietud motora o movimientos anormales durante el sueño.
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Presión arterial baja al estar de pie
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Estreñimiento
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Dificultad para hablar o deglutir
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Cambios en el tono de la voz
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Salivación excesiva
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Cambios en la piel: enrojecimiento de la piel en las zonas de mayor acumulación grasa (seborrea) descamación de la piel.
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Pérdida del olfato
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¿Cómo se diagnostica la enfermedad de Parkinson?
No existe un examen específico para realizar el diagnostico de esta enfermedad, los síntomas, el cuadro clínico y la información que puede sustraer el médico o el neurólogo, son suficientes para hacer el diagnóstico de la enfermedad, es decir, el diagnóstico es puramente clínico.
En general, con la Historia Clínica y los hallazgos del examen neurológico completo, el Medico puede hacer el diagnostico e iniciar la medicación correspondiente para el tratamiento de esta condición.
Pueden presentarse casos en los que los hallazgos al examen clínico o el curso clínico no es el típico de la enfermedad, como por ejemplo déficit de memoria temprano, caídas frecuentes, problemas para deglutir, desmayos o bajas de presión arterial, que podrían hacer pensar en otro tipo de enfermedades.
Existen condiciones que pueden semejar una enfermedad de Parkinson y si existe la duda o no es clara la clínica, las ayudas diagnosticas podrían eventualmente ser útiles para descartar otras enfermedades.
La principal ayuda diagnostica en este caso es la Resonancia Magnética Cerebral, la cual nos permite descartar lesiones que ocupen espacio dentro del cerebro como tumores, lesiones de tipo vascular (derrames) en sitios específicos, aumento de líquido dentro del cerebro (hidrocefalia) y otro tipo de enfermedades.
También contamos con otro tipo de ayudas diagnosticas más especializadas, que generalmente solicitamos cuando queremos hacer diagnóstico de enfermedades degenerativas que son parecidas al Parkinson pero que no son propiamente esta enfermedad y que llamamos Parkinson Plus, menos frecuentes.
¿La enfermedad de Parkinson es curable?
Si bien la enfermedad de Parkinson no es curable, existen varios fármacos utilizados para controlar los síntomas de la enfermedad. Además, la terapia no farmacológica como la terapia física, es importante para mantener la movilidad y retrasar el curso de la enfermedad, además de mejorar la intensidad y la molestia de los síntomas.
En algunos casos seleccionados, la cirugía Funcional es útil para el adecuado control de los síntomas.
En resumen:
La enfermedad de Parkinson es una condición neurodegenerativa, de progresión gradual, a la que actualmente no se le ha encontrado la cura. Sin embargo, existen múltiples tratamientos que, de la mano de su médico tratante, al mismo tiempo que las terapias dirigidas a tratar los diversos síntomas y la rehabilitación (terapia física, fonoaudiológica, ocupacional, hidroterapia, psicopedagogía, etc) pueden proveer alivio y calidad de vida a los pacientes que la padecen.
La especialidad de Neurología Clínica es la encargada de ayudar y acompañar a los pacientes y familiares durante este proceso. No olvides agendar tu cita on line!